Ruta
de la Lana
Durante la Edad
Media la peregrinación religiosa era una
práctica habitual que realizaban desde
campesinos hasta importantes miembros de la realeza
con el objetivo de obtener el perdón de
sus pecados o tratar de ver hechas realidad sus
plegarias.
En 2004 la celebración de un nuevo xacobeo
conducirá a miles de peregrinos hasta la
Catedral de Santiago de Compostela. Esto no es
nada nuevo, lo que quizás la mayoría
de nosotros no sabía es que Cifuentes se
encuentra dentro de una ruta que muchos han recorrido
desde cientos de años hasta el santuario
gallego. Es la ruta conocida como de la lana.
La ruta de la lana parte desde Alicante y en su
camino hacia Finisterra deja atrás las
provincias de Albacete, Cuenca, Guadalajara, Soria,
y Burgos donde se une al Camino Francés,
aunque se cree que originariamente arrancaba desde
Monteagudo un pueblo de Cuenca del que era vecino
Francisco Patiño, un peregrino con una
bella leyenda.
En uno de sus viajes
hacia Italia, Francisco Patiño era navegante,
fue tomado preso por los turcos. Durante los 5
años que duró el cautiverio fue
acercándose espiritualmente al Apóstol
Santiago ante el que hizo votos de peregrinar
hasta la catedral compostelana si era liberado.
Fue puesto en libertad por la Armada Española
pero no cumplió su promesa. Se quedó
en Parma donde se casó y tuvo dos hijos.
En esta localidad italiana fue donde realizaría
por segunda vez la promesa al santo cuando una
noche, mientras dormían, su casa fue pasto
del fuego. Entre las llamas Francisco vislumbró
la figura del Apostol produciéndose el
milagro. Inmediatamente después, el fuego
cesó y aunque la casa se desplomó
Francisco y su mujer salieron ilesos. Sobre las
cenizas levantaron un templo en honor al santo
y regresaron a España para en esta ocasión
cumplir su promesa.
Una vez en España, Patiño junto
con su esposa comenzó desde Monteagudo
la tavesía hasta Santiago de Compostela.
Ya en el trayecto de vuelta, entraron en una ermita
del camino en honor al santo cuando de nuevo el
apóstol se les apareció. Mientras
oraban sintieron como eran incapaces de levantarse
del suelo mientras la figura del Apóstol
Santiago se iluminaba. Comprendiendo que el motivo
del nuevo milagro era el deseo del santo porque
quedara constancia de todo lo sucedido, regresaron
a la capital gallega y contaron lo ocurrido.
Origen
de la denominación de Ruta |
El milagro quedó
patente y otros muchos siguieron los pasos de
Francisco Patiño. Esta ruta se popularizó
y tomó el nombre de "La Ruta De La
Lana", pues recorría caminos
de transhumancia que experimentaron su mayor desarrollo
durante la Edad Media y fueron el recorrido del
importante comercio de la lana de oveja merina.
Cada año, se conducía al ganado
hasta los invernaderos del sur y de vuelta se
llevaba la lana desde Cuenca a Burgos y de allí
a Galicia para coger un barco rumbo a Inglaterra.
Cifuentes
en la ruta de la lana |
Existen asociaciones
como la de “Amigos del Camino de Santiago
de Cuenca” que desde 1993 ha puesto
su empeño por recuperar esta ruta. Ellos
han dividido la ruta en etapas por jornadas de
viaje, partiendo desde Monteagudo. Cifuentes forma
parte de la quinta y es el fin de la que comienza
en Salmerón. Ya en la provincia de Guadalajara,
dicen, te sorprenden las Tetas de Viana y tras
cruzar Trillo y los dos gárgoles en un
agradable paseo por la ribera del río Cifuentes
se llega al pueblo del mismo nombre. Después
de atravesar el pueblo por la Balsa, la Plaza
y la Iglesia, se coge el camino que lleva hasta
Moranchel y desde allí se vira hacia las
Inviernas. Cuando se abandona la Alcarria el caminante
se dirige hacia Burgos donde se encuentra con
el Monasterio de Santo Domingo de Silos. Y es
que realizar este recorrido, es darse un paseo
por la geografía rural; una toma de contacto
con la naturaleza y el patrimonio artístico
y monumental desde el medieval hasta la arquitectura
más moderna.
texto:
Laura Garrido Moreno para ©www.cifuentesNET.com
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